La tecnología ha logrado evolucionar más allá de lo que inicialmente se pensaba. Este desarrollo trajo consigo un cambio en sus usuarios. La necesidad de recibir contenido e información de forma instantánea incrementó y varias compañías y servicios, como los cursos en línea, se han tenido que adaptar y acelerar sus procesos de crecimiento para proveer una experiencia novedosa y satisfactoria. Pero, ¿cómo asegurarse de que los cursos en línea cumplan con las expectativas del usuario moderno?
Esta responsabilidad recae sobre el diseño instruccional. Eduardo Martínez, director general de Capacimac (servicio enfocado en adiestrar a instructores y facilitadores corporativos, afirma que un diseño de un curso en línea efectivo debe ser “atractivo, motivante, memorable, y con un contenido que sea fácil de digerir”. El propósito del diseño de las capacitaciones es crear un ambiente virtual que facilite el proceso de aprendizaje y que motive al alumno a desempeñarse en dicho ambiente.
Martínez cita cinco principios básicos para la gestación de un buen diseño instruccional, propuestos por Vick Oletu, experta en diseño de cursos en línea. Los compartimos a continuación:
diseño instruccional: Proceso en el que se evalúan las necesidades de aprendizaje y se crean estrategias para asegurar una enseñanza óptima.
Uno de los aspectos más importantes del diseño instruccional es asegurar que el estudiante se mantenga atento e interesado en el material del curso, ya que pueden haber muchos factores distractores a su alrededor. Para captar la atención del alumno se podría, por ejemplo, presentar un hecho, un problema o un reto junto al material expuesto. Estas técnicas podrían ayudar a atraer la curiosidad del usuario fácilmente.
Desde el principio del curso, el estudiante debe tener una idea clara de las metas que cumplirá una vez finalice el semestre. Al informar a los usuarios sobre la utilidad del contenido y cómo podrán poner lo que aprendan en prácticas en sus vidas profesionales, estarán más atentos a la clase. Esto se puede lograr a través de un video introductorio.
Un error que se tiende a cometer cuando se diseñan cursos en línea es presentar la información de una forma tradicional y monótona. Es importante exponer el contenido del curso de una forma dinámica e interactiva para asegurar que los usuarios retengan dicho contenido y permanezcan interesados. Existen varios métodos de diseño para lograr esto como: la narración de historias, la gamificación, los videos interactivos y los escenarios de ramificación.
¿Cómo se puede asegurar que los participantes se estén beneficiando del curso? A través de evaluaciones. Estas se pueden proveer en varias formas: cuestionarios, juegos de aprendizaje y arrastres de objetos o “flash cards”, entre otros. Estas pruebas no solamente garantizan el desempeño de los alumnos, sino que también los estimula y motiva a desarrollar un mayor esfuerzo.
Dentro de las pruebas de rendimiento mencionadas anteriormente, se debe incluir un elemento de retroalimentación. ¿Qué significa esto? Cada vez que el estudiante responde a una pregunta, debe existir una reacción. Por ejemplo, si responde de forma correcta, entonces recibe información complementaria sobre el tema. Si responde de forma incorrecta, entonces se provee un breve repaso del material para reforzar el conocimiento del estudiante.
Aunque algunas veces se subestima el poder y la importancia del diseño instruccional de un curso, este aspecto es sumamente importante pues define el desarrollo de cada clase. Un buen diseño instruccional provee el ambiente del curso, incentiva al estudiante a avanzar en él y lo motiva a sobresalir.
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