El surgimiento y desarrollo continuo de la tecnología ha fomentado un estilo de vida acelerado donde recibimos información, noticias, y entretenimiento de modo instantáneo.
Para remediar esta afluencia repentina de contenido, se crearon sistemas que nos permitieran acceder a la información de manera fácil y controlada. Además, surgió el deseo de adaptar esta instantaneidad a otros aspectos de nuestro diario vivir. Así es que surgieron las redes sociales. Facebook, Twitter, YouTube, Pinterest e Instagram revolucionaron cómo compartimos información, la forma en que interactuamos unos con otros y la forma en que creamos comunidades interpersonales.
Pero, ¿podrían esas mismas redes sociales utilizarse como herramientas de aprendizaje? La escritora Laura Buckler afirma que estas plataformas de comunicación tienen un papel importante en la educación. En su artículo para la revista en línea Shift, Buckler detalla cómo pueden ejercer ese rol.
Primero, la autora menciona cómo los elementos visuales en los vídeos educativos mejoran el aprendizaje. También ayudan a estimular la participación de los estudiantes. Plataformas como YouTube, que tienen archivos de vídeos sobre una cantidad interminable de temas, permiten que los profesores escojan y presenten vídeos que se relacionen al curso y que funcionen como un punto de partida para la discusión en clase. Además, pueden subir sus propios vídeos, lo cual aumenta la interacción virtual entre ellos y los estudiantes.
Inicialmente, Facebook se creó como una red social dedicada a facilitar la interacción en línea, y es una de las redes sociales más populares hoy en día. Los profesores pueden utilizar esta plataforma para motivar a los estudiantes a interactuar unos con otros. Se pueden crear grupos públicos o privados donde los alumnos pueden interactuar, colaborar en trabajos, y tener discusiones. Esto fomenta un sentido de comunidad dentro del salón de clase.
En algunas redes sociales, como Pinterest, el usuario puede crear tablas o “boards” para organizar contenido de una forma personalizada. Este tipo de plataforma es muy útil para los profesores, ya que pueden encontrar y salvar recursos educativos de varios temas. También es un recurso muy valioso para los estudiantes, ya que pueden buscar información que los ayude en sus cursos. Además, Pinterest permite que los usuarios compartan sus “boards”, así que los profesores pueden compartir los contenidos con sus estudiantes, y los estudiantes intercambiar la información generada entre ellos mismos.
Los hashtags existen en varias redes sociales como Twitter, Instagram y Facebook. El propósito de ellos es organizar el contenido publicado en categorías específicas. Esta herramienta es muy útil, ya que los alumnos pueden utilizar un “hashtag” para identificar un tema de discusión o para poder encontrar las respuestas a las preguntas realizadas por los profesores, etc.
Buckler menciona otros programas, que aunque no son redes sociales, pueden ser útiles en un ambiente educativo. Google Docs, por ejemplo, puede utilizarse en colaboraciones y trabajos entre los estudiantes. El usuario puede crear documentos y compartirlos con otras personas para que puedan accederlo, verlo, y editarlo. Además, aplicaciones y programas que funcionen como grabadores de voces se pueden usar para grabar algunas clases.
Con este artículo, la autora muestra cómo las redes sociales se pueden integrar en la educación, y el papel que pueden jugar en los cursos. Asegura que las redes proveen un sistema fácil de usar y refuerza el proceso de enseñanza y aprendizaje.
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