La educación subgraduada es una que está evolucionando constantemente. Ya sea debido a nuevos estudios, nuevos métodos de enseñanza, o la introducción de la tecnología en la educación, se están haciendo nuevos avances en la educación subgraduada cada día para asegurar una enseñanza de calidad a una nueva generación. Por esto, Arthur W. Chickering y Zelda F. Gamson han resumido las siete reglas para una buena educación subgraduada de décadas de estudios e investigaciones en la educación:
Incentivar interacción entre estudiantes e instructores
Para lograr una comunicación efectiva entre los estudiantes y el instructor, es importante crear un ambiente dentro de la clase que permita eso. Mediante actividades de discusión (“discussion boards”, fórums, etc.), proyectos grupales, entre otros, se puede estimular la comunicación. Además, estas actividades y proyectos sirven como oportunidades para proveer valoración personal a los estudiantes; esto incentiva la comunicación constante, además de permitir que el estudiante reciba atención individual en sus estudios. Fuera de la clase, este ambiente de comunicación se puede seguir fomentando, mediante sesiones de repaso, grupos de estudio, y horas de oficina a las cuales los estudiantes puedan asistir.
desarrollar reciprocidad y cooperación entre estudiantes
Al igual que fomentar comunicación, actividades grupales y discusiones ayudan a crear un sentido de colaboración entre los estudiantes. Es importante proveer estos tipos de actividades para asegurar que se cree un ambiente colaborativo constante entre los estudiantes.
La enseñanza activa es un elemento esencial de la educación subgraduada. Es importante proveer oportunidades para que los estudiantes interactúen con el contenido de la clase, ya que esto permite un tipo de enseñanza más estimulante para mantener el estudiante activo, presente, y aprendiendo. Esto se puede lograr con presentaciones, blogs, y proyectos multimedia. También se puede asignar tareas y proyectos que involucren la utilización de multimedia, como presentaciones hechas por los estudiantes, para que puedan relacionar el material de la clase a sus propios intereses. En estos proyectos grupales, se debe incentivar la evaluación propia y grupal para que los estudiantes puedan desarrollar un ojo crítico sobre sus propios trabajos. Estos tipos de trabajos no solamente incentivan la colaboración entre estudiantes, sino que motivan al estudiante a relacionarse a lo que están aprendiendo, comunicar sus pensamientos, y aplicar lo aprendido a sus vidas.
Como mencionado anteriormente, el instructor debe tener horas de oficina y fuentes de comunicación disponibles para poder resolver los problemas y las dudas de sus estudiantes. Adicionalmente, se debe responder a los estudiantes (especialmente los estudiantes a distancia) dentro de un periodo de 24 horas. De no ser posible, el instructor debe señalar en el prontuario el tiempor aproximado que se puede tardar en contestar. En los proyectos asignados, se deben incluir rúbricas que ofrezcan una evaluación clara de los trabajos; esto ayuda al instructor evaluar los trabajos con mayor facilidad, y al estudiante a recibir valoración clara y concisa sobre su progreso académico. Finalmente, es importante actualizar las notas de los estudiantes constantemente, de tal forma que el estudiante pueda mantenerse informado de su desempeño dentro de la clase.
enfatizar el tiempo en las tareas
Un aspecto importante de la enseñanza no es solamente el material dado en clase, sino cómo el estudiante organiza su tiempo para aprender y para llevar a cabo sus trabajos. El uso del tiempo en la clase (y en los trabajos asignados) es de máxima importancia. Al poner fechas límites frecuentemente, se enseña al estudiante como manejar su tiempo efectivamente. Fechas límites se pueden imponer mediante discusiones semanales, pruebas cortas, recordatorios semanales para proyectos, etc. Otras formas de involucrar el tiempo en la clase es dividir proyectos grandes en secciones más pequeñas, de tal forma que el estudiante deba presentar el progreso de sus proyectos cada ciertas semanas. El estudiante así aprende a organizarse a través del semestre.
Una forma de motivar al estudiante a desempeñarse a lo mejor de sus habilidades es estableciendo expectativas. Una vez el instructor establece las expectativas que espera que el estudiante cumpla, esto se convierte en un autocumplimiento para los estudiantes. Estas expectativas se pueden expresar al principio de la clase y de forma explícita en el prontuario. El instructor se debe asegurar de determinar expectativas que, aunque altas, sean alcanzables. Los estudiantes deben sentirse motivados a esforzarse en la clase, pero no deben sentirse abrumados por las expectativas puestas sobre ellos.
tener diversidad de aprendizaje
El salón (presencial o virtual) de clase siempre debe ser un espacio de diversidad e inclusión. Por tal razón, la diversidad se debe extender a la diversidad de aprendizaje. Esto se debe entender como una inclusión e implementación de teorías de aprendizaje diversas en la clase. Esto se puede lograr mediante colaboraciones en clase, proyectos individuales y grupales, ensayos, discusiones, presentando el material de la clase en diversas formas, etc. La diversidad de técnicas de aprendizaje crea un espacio de inclusión para estudiantes que aprenden de maneras diferentes, y permite que se desenvuelvan todos equitativamente.
La educación subgraduada debe estar en un proceso de evolución constante. Con cada nueva generación y con el progreso contínuo de la pedagogía y la tecnología, se van descubriendo nuevas formas de llevar a cabo el aprendizaje en la clase. La evolución de la educación es esencial para consistentemente proveer educación de calidad a la población.
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Referencia:
Chickering, A. W. & Gamson, Z. F. (2018). Chickering and Gamson 7 Rules for Undergraduate Education. Recuperado de: http://citt.ufl.edu/tools/chickering-and-gamson-7-rules-for-undergraduate-education/
